Resumen del Plebiscito 2017
- Escrito por: Joel Lazú
- 13 jun 2017
- 3 Min. de lectura
Por quinta vez en la historia de la colonia de Puerto Rico se celebró un plebiscito que buscaba, sin importar el resultado, la descolonización de la Isla. Con una minúscula participación de tan solo el 23% del electorado, la consulta de estatus del 11 de junio de 2017 se convirtió en el plebiscito con menor participación de los votantes, seguido por el del 1967 que contó con un 60% de participación. Como era de esperarse la estadidad fue el estatus victorioso de la consulta, sin embargo, el deseo de ser el estado cincuenta y uno tuvo alrededor del 20% de los votos que, para términos publicitarios, ahora es representado por el 97% de los resultados obtenidos entre las opciones. En la papeleta las tres opciones presentes eran estadidad, libre asociación/independencia y actual estatus territorial.
Uno de los detalles más impactantes de la celebración del referéndum es que se llevó a cabo en una época de precariedad y crisis económica que, evidentemente, el Gobierno no tomó en consideración o no quiso hacerlo. Desde el inicio del anuncio del plebiscito, todo indicaba a que el mismo sería un malgasto de dinero, tomando en cuenta el contexto histórico en el que nos encontramos y la poca participación que se veía en las actividades promocionales. Finalmente, para quien sigue enfrascado en la utopía partidista e idealista y no lo quiso entender desde el principio, los resultados finales avalaron dicho fracaso y el malgasto de alrededor de $8 millones, pues quien verdaderamente habló fue el 77% del electorado boricua que no sintió la obligación de votar. Las razones pueden variar: unos se unieron al boicot en contra de la consulta; otros entendían que, a la misma no haber estado avalada por EEUU, su voto no contaría; algunos decidieron celebrar el 125 aniversario de la creación de la bandera puertorriqueña; y otros simplemente decidieron continuar con sus quehaceres dominicales.
Por otra parte, el tema del plebiscito no solo circuló en la prensa nacional, sino que se extendió a prensa estadounidense, latina, entre otras. La mayoría de los titulares de las noticias referentes a la consulta de estatus hacían hincapié en la baja participación del electorado y lo poco confiables que pudieran ser los resultados. Dichos titulares dieron paso a un sin número de comentarios y expresiones de los lectores, en las cuales abundaba el repudio hacia que Puerto Rico se convierta en el estado cincuenta y uno, mayormente, por la crisis económica por la que está pasando la Isla.
LUEGO DEL PLEBISCITO
Como era de esperarse, las irregularidades no faltaron en el proceso electoral. Según el grupo de observadores en los distintos colegios de votación se reportaron varios casos de funcionarios que acompañaron a electores a las casetas de votación, algunos de los funcionarios vestían atuendos con la bandera estadounidense lo que hacía alusión al apoyo de una alternativa específica, los colegios de votación cerraron muy temprano, entre otros alegatos. Además, circulaban por las redes sociales relatos de votantes que decían poder haber votado en otro colegio que no fuera el asignado a la persona.
Por otro lado, el gobernador Ricardo Rosselló Neváres expresó frente a un escaso público en la parte posterior del comité central del PNP que “el pueblo habló y los Estados Unidos van a tener que obedecer la voluntad de nuestra gente”. Sin embargo, el Secretario de Prensa de Casa Blanca, Sean Spicer, comunicó en el día de hoy que los resultados del plebiscito requieren de una evaluación meticulosa y, en última instancia, quien trabaja el estatus de Puerto Rico es el Congreso, no Casa Blanca.
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